La Muralla de Árboles

Sobre mi vivencia en la Sierra en mis propias palabras:

La vida te lleva por lugares insospechados, una tarde con amigos decidimos ir de fin de semana a la Sierra Norte; yo iba manejando cuando vi una interjección para llegar a Cuetzalan, mientras casualmente todos dormían, y yo tomé el camino equivocado. Cuando uno de mis amigos despertó, me dijo que había equivocado de rumbo, y había llegado a Huauchinango, habíamos perdido una hora de camino. Di vuelta justamente en el lugar donde después pasaría unos años, misteriosamente la vida me llamaba hacia allá.
Tres años después, se abría en ese sito un local donde yo trabajaría por cerca de 5 años como gerente de crédito; sí casi en medio del bosque.
Gracias a mi trabajo y a mi contacto con la gente pude apreciar cómo vivían sus habitantes y lo diferente que podía ser su forma de vida con la mía. Todas esas historias, anécdotas y vivencias se fueron quedando en mi cabeza hasta que pensé en que tenía que hacer algo con todo eso.
Pensé en contar anécdotas, cuentos, pero no me era suficiente. De cualquier forma mi sueño era escribir una novela y pensé que quizá podía lograrlo con toda la información que tenía, pero no sabía cómo hacerlo.
Era el 2003, escribí cerca de 30 páginas sin ton ni son, pero recopilaba todo lo que podía en ellas. Entonces viajé a Vancouver y descubrí un libro que me cambió la vida “How to write a screen play”, de Syd Field. Ahí entendí que no tenía una estructura, que no había construido personajes aún y que no tenía trama a resolver, así que serían una serie de palabras aburridísimas. Recuerdo que ese viaje lo disfruté pero en realidad yo solo quería escribir. Tengo un recuerdo muy romántico, y es cuando estuve en la pequeña biblioteca del Crucero que tomé a Alaska haciendo mis personajes, mientras a ratos veía el inmenso mar por la ventana. Pero fue ahí donde se desató la locura, estoy segura.

Terminé la primera versión de la novela en el 2007, solo tenía 120 páginas, la dejé descansar hasta que alguien muy querido y cercano a mí la leyó y me dijo con toda honestidad que le había gustado mucho pero que le había frustrado no saber qué hacer en su mente con el destino de muchos de los personajes, y que para su gusto estaba incompleta.

Así que en el 2009 me decidí a hacerla pedazos, tomé un curso en la ESCUELA DE ESCRITORES de BARCELONA y para el 2017 creí que ya estaba lista. La dejé descansar porque me tenía harta. Y cuando la volví a leer en el 2018 me di cuenta de que tenía muchos errores, así que tuve que reescribir otra vez. Fue entonces que contacté a mi maestra de redacción de la preparatoria, la elegí para que fuera mi escrutadora porque siempre que le daba a revisar algún escrito mío me lo regresaba todo tachonado, y eso quería yo; y eso obtuve, muchos tachones, correcciones y cuestionamientos sobre algunas incongruencias del texto. Pasó por sus armas dos veces más, y yo decidí reescribir, algunas cuestiones de fondo y muchas más de forma.

Entonces intenté colocarlo en una editorial, en concursos, buscar contactos, pero el silencio era ensordecedor. No me echaban ni un lazo.

Me acordé que soy emprendedora, y que también soy muy desesperada. Así que cuando a los 10 días que envié mi manuscrito a Círculo Rojo me dijeron que sí me publicaban, decidí hacerlo a través de esta editorial española, así estuviera en el otro lado de la mar océano.

Finalmente, ahí está el resultado, hay varias personas que se interesan en él y yo traigo una sonrisa de oreja a oreja.